La satisfacción erótica es subjetiva. Esto significa que lo que a una persona le puede encantar, a otra persona le puede aborrecer, incluso si ésta es la pareja.
No hay prácticas, zonas erógenas o placeres comunes a todas las personas. O mejor dicho, no hay estímulos, comportamientos, expresiones o sensaciones comunes. Y esto es una buena noticia, porque permite a cada persona ir descubriendo lo que le gusta y lo que no; así como ir aprendiendo a comunicárselo a posibles parejas sexuales.
Existe una falsa creencia muy extendida que asegura que para que una relación sea satisfactoria o completa tiene que haber coito y orgasmo. El coito es una opción y no una obligación en las parejas heterosexuales. Por supuesto que hay a muchas personas que les encanta, pero hay otras tantas a las que no. Incluso en algunos casos, existen personas que se sienten obligadas a practicarlo. Y la obligación no casa nada bien con la satisfacción.
Otro de los mitos es el que posiciona al orgasmo en la cima de los placeres necesarios para medir el éxito en una relación sexual. La realidad es que éste no siempre tiene por qué estar ligado a una buena experiencia; de hecho, puede no haberse experimentado, sin embargo, haber vivido un encuentro de manera muy positiva y satisfactoria. Cuando se acude a una relación con una meta fija (el orgasmo), es probable que no se disfrute del camino, porque la mente esté centrada en el final, como un examen.
Por otra parte, también es importante que seamos conscientes de que socio-culturalmente se han catalogado las relaciones sexuales y muchas personas consideran que hay prácticas de “primera” y prácticas “de segunda”. También se han catalogado prácticas como normales y otras como raras. Pero si tenemos en cuenta que el placer es subjetivo, no podemos patologizar las prácticas sexuales. Lo que a una le gusta, a otro le puede parecer estrafalario, pero eso no te convierte en una persona rara. En el sexo no hay nada raro, ni fuera de lugar, siempre y cuando haya consenso y legalidad, consentimiento y deseo.
No hay fórmulas mágicas con la masturbación a un pene o a una vulva, sobre cómo hacer mejor un cunnilungus o una felación, sobre cómo es la mejor postura en el coito o para la penetración anal, sobre besos, caricias, azotes… ¡hay que descubrir cómo le gusta a cada personas, a través del autoconocimiento y la autoaceptación!
¿CÓMO SE SI LA TERAPIA SEXOLÓGICA Y DE PAREJA ES LO QUE NECESITO?
Cuando nos duele una muela acudimos a un dentista. Cuando queremos una aspirina para el dolor de cabeza vamos a una farmacia. Cuando sufrimos una fractura en el pie pedimos cita para el traumatólogo… Y, ¿Qué hacemos cuándo tenemos problemas con nuestra pareja o dificultades sexuales? La respuesta bien podría ser “nada”; pero existe un profesional donde podemos acudir: el sexólogo o la sexóloga que, a través de la terapia sexual y de pareja, ofrece soluciones reales.
Terapia sexológica y de pareja en Centro Senso
¿Qué es la terapia sexual y de pareja?
La terapia sexológica y de pareja es un procedimiento que llevan a cabo profesionales de la sexología y/o psicología con el objetivo de tratar de aliviar aquellas dificultades que afectan al buen funcionamiento de una pareja o a la vida sexual de una persona.
¿Dónde y quién acude a terapia sexológica y de pareja?
El lugar donde se trabaja la terapia sexológica y de pareja es la consulta de un sexólogo o sexóloga. Podemos encontrarnos diferentes despachos: desde el clásico diván con escritorio hasta los espacios más novedosos con esterillas y zonas de entrenamiento.
El sistema de sanidad público podría ser un escenario óptimo para llevar a cabo este tipo de terapias. La realidad es que la rapidez con la que el médico o médica de cabecera atienda a sus pacientes es incompatible con este servicio. Sin duda, el personal médico es una figura de referencia a la hora de dirigir nuestras preocupaciones de salud, pero ¿consideramos un problema de salud a algún tipo de dificultad erótica o de pareja?
Muchas veces no damos importancia a los problemas que tienen que ver con la sexualidad, como si ésta fuese un complemento opcional. Pero la sexualidad es un componente que nos define como seres sexuados, como hombres o como mujeres, como sujetos deseantes que interactúan. Por tanto, es una cuestión cultivable que influye en nuestra manera de vivir, sentir y disfrutar. Cuando lo relegamos a un asunto de segundacategoría podemos arriesgarnos a que cualquier problema asociado acabe enquistándose. Es por esto necesario darle la importancia que se merece desde el primer momento.
Acudir al sexólogo sigue siendo cuestionable, al igual que sucedía con los y las profesionales de la psicología hace años. Al mismo tiempo, la pareja o paciente que decide asistir suele llevarlo en privado. Por supuesto, desde el momento en que se descuelga el teléfono para atender a un nuevo paciente, hasta que sale por la puerta tras la última consulta, se respeta un acuerdo de confidencialidad mutuo.
Las personas que acuden a terapia sexológica o de pareja no atienden a un perfil determinado. Pueden ser desde veinteañeros, pasando por mayores, hasta personas de más de 65 años. Los pacientes pueden ser solteros o con pareja, padres, madres, personas de diferentes orientaciones sexuales, con estudios o sin ellos…
Centro Senso con terapia sexológica y de pareja
¿Cuándo acudir a terapia sexológica o de pareja?
Cuando se detecta un problema relacionado con la sexualidad o la pareja y no es algo aislado, sino que sucede con frecuencia, es momento de pedir ayuda a un profesional. Cuanto antes se busque una solución, más posibilidades existirán de trabajarlo a tiempo.
En caso de tener pareja es importante que acudan ambos miembros. Trabajar en pareja produce resultados y es más fácil avanzar en positivo. Al igual que los bailes de salón, la terapia de pareja requiere de todos los miembros que la componen.
Respecto a los motivos más comunes por los que muchas personas acuden a terapia sexológica, el abanico es muy variado. Algunos ejemplos son:
En cuanto a algunas de las cuestiones más frecuentes cuando se trata de problemas en la pareja encontramos:
Problemas de celos.
Crisis de pareja.
Pérdida de la pasión en la pareja o inconformidad por caer en la rutina.
Mala comunicación.
Procesos de ruptura.
Dificultades en la convivencia.
Dependenciaemocional.
¿Funciona la terapia sexológica y de pareja?
La terapia sexológica y de pareja puede ayudarnos a resolver muchas dificultadeseróticas, así como a mejorar la relación de pareja. Es un recurso en el que los resultados están altamente ligados al grado de compromiso del paciente. La terapia ofrece herramientas para trabajar en la solución de un problema. Además nos ayuda a conocernos, aceptarnos y vivir la erótica de un modo más satisfactorio.
Además de lograr resolver el problema por el que se acudió a consulta, suelen conseguirse otros éxitos como:
El autoconocimiento.
La auto-aceptación y el auto-respeto.
Mejora de la comunicación y la empatía.
Recuperación de la confianza y seguridad.
Conocimiento sobre la fisiologíadelplacer y la respuestasexualhumana.
Resolución de conflictos.
Mejora de la relación de pareja.
Recuperación del bienestar.
Aprendizaje y desmitificación de tabúes sexuales y/o de pareja.
Visión de futuro
Apoyo.
Esperamos haberte aclarado un poco más en qué consiste la terapia sexológica y de pareja. Si estás interesado o interesada en acudir, no dudes en consultarnos cualquier duda. Puedes contactar con nosotras sin ningún compromiso.